De un pequeño taller a un gigante global: la historia de Tramontina y su apuesta por Argentina

Reconocida en todo el mundo por la calidad de sus cuchillos y utensilios, la compañía brasileña enfrenta un nuevo desafío: ser valorada también por la amplitud de su portafolio, que incluye porcelanas, herramientas, electrodomésticos y materiales eléctricos diseñados para acompañar la vida cotidiana.

La historia de Tramontina comenzó en 1911, en un pequeño taller de herrería fundado por Valentin y Elisa Tramontina en el sur de Brasil. Desde entonces, la empresa creció de manera sostenida, incorporando nuevas líneas de producción, innovando en materiales y expandiendo su presencia global. Hoy cuenta con más de 22.000 productos y presencia en 120 países, y apuesta por consolidar su posición como referente integral del hogar. 

A lo largo del siglo XX, marcó hitos como la apertura de fábricas de acero inoxidable y herramientas, la llegada a Chile con su primera exportación en 1969, y la inauguración de centros de distribución en Estados Unidos y Europa.

En el siglo XXI, la compañía fortaleció su presencia internacional con filiales en América Latina, Medio Oriente y Asia, además de lanzar su canal de e-commerce y ampliar su oferta con nuevas unidades productivas, como la planta de porcelana Delta en Moreno. En 2024, su expansión continuó con la apertura de filiales en India y Túnez, junto con nuevas tiendas T store en Perú, Chile y Sudáfrica, consolidando una red global que combina diseño, innovación y cercanía con los consumidores.

“Uno de los pilares de esta expansión es mostrar la verdadera envergadura del catálogo. Aunque el consumidor nos asocia principalmente con los utensilios de cocina, nuestro portafolio incluye soluciones para todos los espacios del hogar, la industria y el jardín”, destaca Emiliano Baseggio, Gerente General de Tramontina en Argentina.

El catálogo de Tramontina abarca porcelanas, muebles, electrodomésticos, herramientas y hasta elementos de jardinería.

Con la apertura de su oficina comercial en Buenos Aires, la compañía inicia un nuevo capítulo en el país, con el objetivo de potenciar líneas de productos aún no disponibles en el mercado local. Tramontina proyecta cerrar el año apostando por su crecimiento y reafirmando su compromiso de seguir acompañando a las personas con diseño, calidad y una mirada humana sobre la vida cotidiana.

Más de un siglo después de su fundación, el grupo mantiene intacto el espíritu de sus orígenes: hacer bien las cosas para transformar lo simple en extraordinario. Desde un cuchillo que corta mejor hasta una herramienta que dura toda la vida, cada producto refleja el mismo propósito: mejorar la experiencia diaria de millones de personas en todo el mundo.